Las vacaciones están por terminar y comienzan los preparativos para el regreso a clases de los más pequeños de la casa. La etapa escolar es una de las partes más importantes en el desarrollo y crecimiento de nuestros hijos, es aquí donde adquieren conocimientos, habilidades y valores que les servirán durante toda su vida para alcanzar sus más grandes sueños. Como padres buscamos la forma de apoyar a nuestros hijos en todo lo que sea posible y hacer que su experiencia en el colegio sea la más agradable y la disfruten al máximo. Una de las preguntas que más surgen ante el inicio de clases es: ¿Cómo organizar una mochila escolar? Por lo que te contaremos algunos consejos sencillos, pero muy valiosos, para preparar y mantenerla organizada.
Es importante recordarles y explicarles a nuestros hijos que deben, en lo posible, mantener limpia y ordenada la mochila del colegio ya que, por ejemplo, si la tenemos repleta de cosas podría afectar su espalda o columna por el sobrepeso de cuadernos, libros u otros objetos. Es
necesario mostrarles cómo juntos podemos desarrollar este hábito para que luego puedan hacerlo solos.
Ordenar la mochila puede ser todo un reto, tenemoutils que encontrar la forma más adecuada para que los estudiantes encuentren lo que necesitan fácilmente. Esto les puede otorgar muchos beneficios como: Aumento de la productividad, ahorro de tiempo y reducción de estrés.
Además, si pensamos en el cuidado de los útiles escolares que llevamos dentro, una mejor organización permitirá que estos no se doblen, malogren o dañen y, de este modo, le sacaremos el máximo provecho a todos los compartimientos, grandes o pequeños.
¡Toma nota de estos tips y preparémonos de la mejor manera para el inicio escolar!
1. Busca una mochila acorde a las necesidades de tu hijo(a)
Podemos iniciar por encontrar el tamaño correcto, cuando tenemos niños pequeños puede ser complicado llevar una mochila muy grande, podríamos incluso ir con ellos para poder probar la mochila antes de comprarla. Además, tiene que ser de un material resistente y que cuente con diferentes compartimientos que le permita mantener organizados sus útiles escolares. Si se trata de una mochila con asas, es importante comprobar su comodidad y si, de lo contrario, es una mochila con ruedas, podría ayudar que nuestro hijo camine un poco con ella para darse una idea del manejo, equilibro o peso.
Por último, pero no menos importante, consúltale cómo le gustaría que fuera su mochila, de qué color, tamaño, figuras, formas, etc. Estas pequeñas cosas los motivarán a cuidarla. No tengas miedo en personalizar su mochila con accesorios que reflejen sus gustos. Los parches, cintas o llaveros son perfectos para adornarlas. Además, que añade un toque de originalidad y será más fácil ubicarla.
2. Si vas a usar una mochila existente, ordena y bota elementos que no necesite
En el caso de utilizar una mochila que ya tengamos en casa, podemos empezar por botar algunas cosas que ya no son necesarias, como papeles que ya no sirven o artículos personales que estén dañados. Hay que asegurarnos de revisar bien todos los bolsillos hasta los más pequeños. Saquemos todo, incluso lo que vamos a necesitar para volver a organizarlo.
3. Llevar solo lo necesario
Recomienda a tus hijos que solo lleven lo que necesitan cada día, de lo contrario la mochila será más pesada y será más difícil de organizar.
Puedes revisar su horario y organizar sus cuadernos y libros en orden según lo que necesite. Los cuadernos de las primeras clases lo podemos poner adelante y los demás atrás. Los útiles escolares que más vaya a utilizar los vamos a ubicar en los bolsillos exteriores o en algún compartimiento de fácil acceso. De esta manera, estará listo para empezar sus clases sin demora.
4. Elige útiles escolares compactos
Una forma de ahorrar espacio es buscar útiles escolares que sean compactos o de multifunción. Por ejemplo, podemos optar por esos lapiceros que combinan varios tipos de colores, folders con varios compartimientos o cuadernos con hojas que se pueden retirar por si necesitan utilizar aparte. Los estuches, bolsas o kits son accesorios fundamentales para mantener la mochila bien organizada. En la cartuchera podemos guardar los útiles escolares y en otro estuche los de aseo. De esta forma evitarán que todo este desordenado y sea más
difícil encontrar algo.
5. Los alimentos o lonchera pueden ir aparte
Muchas veces la bebida o comida se puede derramar en la mochila con el movimiento en el camino al colegio. Por eso es mejor llevarlo por separado para evitar accidentes. Además, deberían estar en un lugar adecuado que los conserve frescos y en buen estado.
6. Crear un mapa de la mochila
Cuando ya todo esté organizado en un lugar específico, junto a los niños pueden dibujar un mapa donde esté ubicado cada compartimiento. Este dibujo les recordará a nuestros hijos donde va cada cosa y puedan alistarlas para el día siguiente fácilmente. Un ejercicio que pueden hacer es vaciar la mochila y pedirle al niño que la arme nuevamente. Guarda una copia de este dibujo en el bolsillo delantero y otra podemos
tenerlo en casa.
7. Realiza una lista de revisión
Las listas nos ayudan a saber qué necesita nuestro hijo llevar y regresar a la casa. Con un lapicero rojo escriba en una hoja lo que necesita llevar al colegio y con un lapicero azul las cosas que tiene que regresar. Colocamos ambas listas en la mochila y le enseñamos a nuestro hijo a revisarla, de esta manera nos aseguramos de que no le falte nada.
8. Programa un horario para revisar la mochila
Una vez que tenemos organizada la mochila, el reto es mantenerla así. Para evitar que se desordene y botar la basura acumulada, podemos establecer un horario para revisarla. Una opción puede ser que lo hagan juntos todos los domingos por la noche o cada 15 días. Sin embargo, es recomendable que siempre se tenga la mochila lista la noche anterior para que no nos quite tiempo en las mañanas.
Hay que tener en cuenta que es necesario practicar muchas veces hasta lograr que los niños tengan el buen hábito de tener sus mochilas en orden. ¡A prepararse para un gran año escolar!