“¡Mío!”, “¡para mí!” y “¡eso no es tuyo!”, son algunas frases que los más pequeños suelen repetir cuando empiezan a ser conscientes de que poseen objetos como sus juguetes. Haz que tu hijo deje este comportamiento con estos consejos.
¡Formemos niños generosos y dispuestos a compartir!
- Sé el ejemplo
Algo tan sencillo como compartirle el pan en el desayuno cuando él ya acabó el suyo, hará que perciba la generosidad como un hábito común en el día a día. Hazlo en cada oportunidad que puedas.
- Compartir una palabra mágica
Haz que se acostumbre a oír palabras que expresen generosidad, como compartir o colaborar. Esto ayudará a que se familiarice con los términos y su importante significado en la vida cotidiana.
- Cuéntale sobre otras realidades
Puedes buscar videos en internet donde se muestre de manera sutil que hay personas con necesidades, así comprenderá la importancia de valorar lo que tiene y cómo puede actuar compartiendo con los que más lo necesitan.
- Apóyate en literatura
Hay una gran variedad de cuentos que hablan sobre generosidad, léanlos juntos para que entienda sobre el tema de una manera lúdica y asimile cada la moraleja.
- Reconoce sus avances
Cuando veas que compartió algo, celebra esa pequeña acción felicitándolo, con esto lograrás que asocie la generosidad a una acción positiva.
Recuerda que lo más importante en todo proceso de aprendizaje es la paciencia. ¡A practicar la generosidad desde pequeños!